El factor reumatoide positivo es un problema clínico muy frecuente. El (los) factores reumatoides son anticuerpos dirigidos contra una pequeña porción de una inmunoglobulina del suero (fracción Fc de la IgG). En sí mismos, no causan u originan ninguna enfermedad. En contra de lo que mucha gente cree, tampoco son diagnósticos. El factor reumatoide positivo, precisa de la compañía de algún «síntoma guía» para apoyar el diagnóstico de alguna enfermedad reumática.
Su importancia en medicina radica en que se asocia a una gran variedad de enfermedades que no necesariamente son reumatológicas. De hecho, puede detectarse en ciertas infecciones crónicas (como la tuberculosis) e incluso tumores. Las enfermedades reumáticas que más frecuentemente cursan con factor reumatoide positivo son la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, la enfermedad mixta del tejido conectivo, la crioglobulinemia y el lupus eritematoso sistémico.
Ante un factor reumatoide positivo es recomendable acudir a un reumatólogo para una adecuada valoración que necesariamente pasa por descartar síntomas que hayan podido pasar desapercibidos.